Pensar fuera de una caja muy pequeña: el éxito de los discos duros en Queensland, Australia
Cuando se trata de perforación direccional horizontal (HDD), cada sitio de trabajo presenta desafíos únicos. Al intentar instalar energía de alta tensión para el nuevo hospital de Toowoomba que se estaba construyendo, Harley Cox, Troy Gardner y Scott Waters se enfrentaron a una situación particularmente complicada. Sin embargo, con una planificación estratégica, una ejecución precisa y el equipo adecuado, abordaron con éxito el trabajo.
El reto: distancias cortas, largos extremos y acceso estrecho
Este proyecto involucró tres perforaciones, cada una de solo 40 metros de longitud, a través de arcilla roja reactiva. Y en solo esos 40 m, el lanzamiento de salida debía coincidir con la inclinación del bateador existente, al 60%.
Todo esto mientras navega por una red de obstáculos:
- La malla Rio de doble capa reforzó a los bateadores, y
- Los clavos de 17 metros de largo perforados en las paredes aseguraron la malla con lechada de 85 MPa, todas fuentes de interferencia potencial para el sistema de localización.
- Pilas estructurales cada 8 metros, 1 metro de diámetro, que se extienden 60 metros de profundidad en la tierra.
- Un espacio libre de 700 mm entre clavos, a través del cual necesitaban tirar de un escariador de 500 mm.
- Otros oficios que operan en el ya congestionado espacio
Claramente, este trabajo no fue fácil, y la precisión fue clave.
La solución: excavar de forma inteligente, perforar de forma más inteligente
Para navegar en estas condiciones exigentes, el equipo comenzó por gestionar su perfil de diámetro con un TeraTrak R1. Caminar por el sitio de trabajo les proporcionó una comprensión precisa de las variaciones del terreno y las pendientes, lo que les permitió desarrollar un plan de perforación preciso y eficiente.
El TeraTrak también les ayudó a determinar su distancia y ángulo de retroceso iniciales. Con un paso de salida tan pronunciado, colocar el taladro a una profundidad razonable era fundamental, por lo que el equipo creó una rampa de 8 m de largo que conducía a un pozo de 8x4x1,7 m de profundidad para que el taladro se asentara, reduciendo el paso efectivo en la entrada.
- Primer orificio: 1,2 m de profundidad al 0% de inclinación.
- Segundo orificio: 1,5 m de profundidad a -10% de inclinación.
- (El tercer pozo aún no se ha completado en este momento).
A partir de ahí, confiaron en la tecnología HDD de primer nivel para hacer el trabajo. Se utilizó una configuración de tierra JT3020AT con una paleta Melfred Borzall Red Diamond para completar la perforación. Para la localización, utilizaron un DigiTrak F5+ con una sonda FT5p para un seguimiento preciso del orificio. El uso del sistema DigiTrak les permitió evitar las numerosas fuentes de interferencia y localizar con claridad y sin interrupciones, lo que condujo a un trabajo más rápido y preciso. El equipo también registró su perforación con LWD Cloud, disfrutando de cómo podían compartir los datos en tiempo real.
Resultados: Ejecución de precisión en un entorno difícil
A pesar de las exigentes condiciones del lugar, el equipo tiró con éxito de múltiples conductos para el suministro de energía de alta tensión del nuevo Hospital de Toowoomba. A través de perforaciones estratégicas y modificaciones inteligentes del sitio, superaron los desafíos del espacio limitado, los ángulos pronunciados y las obstrucciones estructurales.